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Mordeduras de los perros: Mitos y Realidades

Mordeduras de los perros: Mitos y Realidades

En la calle, en la casa de tu mejor amigo o hasta en tu propio hogar, podés encontrarte en una situación en la que estés propenso a ser atacado por un animal agresivo. La mayoría de las mordeduras son producidas por los perros y en menor medida por los gatos o roedores.

Muchas veces se puede identificar si un perro es agresivo o no. Saber leer el lenguaje físico de los animales puede resultar muy útil para reconocer si está nervioso, agresivo, sospechoso y así evitar un grave accidente. Acá te presentamos varios mitos y verdades sobre las mordeduras de los perros que quizá no conocías.

5 mitos y realidades más comunes de las mordeduras

  1. Hay mayor probabilidad que un perro muerda si tiene hambre.

Los animales por su instinto tienden a defender o a resguardar más su alimento cuando están hambrientos, por lo tanto, existe la posibilidad de que te ataquen si vas a acercarte a su alimento. Sin embargo, esto va aliado a la protección de su recurso alimenticio y a la responsabilidad o no de sus encargados, al cuidar adecuadamente a su mascota en el tema de alimentos.

  • “Mi perro es manso y jamás mordería”.

Este es uno de los errores que cometen las personas al pensar que sus mascotas tienen el mismo comportamiento todo el tiempo. No debés dejar de considerar que, aunque son tus mascotas y son parte de la familia, tienen emociones que cambian.

Los perros son seres vivos y sus reacciones ante situaciones o eventos son impredecibles. Ya sea que se encuentren intimidados en presencia de otro animal o persona, con miedo, nerviosos o tengan alguna enfermedad y aún no te das cuenta. Estos son factores que podrían ocasionar un comportamiento agresivo en el animal y resultar en una mordedura inesperada. 

  • Las mordeduras en los niños son ocasionadas solo por perros grandes.

Los niños son más propensos que los adultos a sufrir de una mordedura por su comportamiento y por sus acciones. Sin embargo, no solo los perros grandes son agresivos, todos los perros ya sean grandes o pequeños tienen la capacidad de morder y atacar cuando se encuentran intimidados como se comentaba anteriormente. Incluso hasta el cachorro más tierno y adorable puede morder si se le provoca.

No cabe duda que los perros de gran tamaño tienden a provocar lesiones físicas más graves que un perro pequeño, ocasionando secuelas a largo plazo, por lo tanto, si tenés un perro y niños pequeños, supervisá su interacción y manejá cuidadosamente la introducción de un niño o de un nuevo perro a tu hogar.

En relación con este punto, se cree que los perros atacan a los niños por su tamaño. Sin embargo, para que un perro muerda a un niño dependerá más de su comportamiento, es decir, si los niños no están supervisados o guiados por sus padres en cómo identificar el lenguaje corporal de los perros o sus gestos y empiezan a jugar brusco, a gritar o hasta jalarle la cola al perro, van a verse en problemas y lo más probable es que sufran una mordedura.

  • Para agradarle inmediatamente a un perro tenés que extenderle la mano.

Si te encantan los perritos, definitivamente una de las primeras acciones que hacés inconscientemente es acercarte al animal a acariciarlo. No obstante, el trato que debés de tener con el animal debe ser tan respetuoso como cuando conocés a una persona por primera vez. Debés evitar ser invasivo y respetar la decisión del perro si quiere interactuar o no. Por esta razón, expertos recomiendan preguntar primero al dueño su nombre y si se puede tocar; si este accede, se sugiere llamarlo por su nombre con un tono de voz suave, sin mirarlo directamente a los ojos. Además, no debés ponerte de frente al perro, sino a su lado. Ya si querés acariciarlo, ofrecele tu puño resguardando tus dedos para que te huela.  Finalmente, podés acariciarlo en el cuello o espalda, pero nunca en la cabeza para evitar incomodarlo.

  • Si te muerde un perro te va a dar rabia.

Según estudios del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), existe 1 perro por cada 4 personas. Esto significa que los ticos están en constante contacto o tienen encuentros frecuentes con perritos.

En Costa Rica existe el temor de que si te muerde un perro te dará rabia. Sin embargo, el último caso registrado en el país de Rabia Canina ocurrió en 1987, por lo que existen pocas probabilidades de que te encontrés propenso a contraer esta enfermedad.

Costa Rica es un país con gran diversidad de fauna, por lo que contamos con algunos animales silvestres que sí tienen rabia. Por esta razón, debés evitar tocar los animales silvestres y es tu responsabilidad vacunar anualmente a tus perros contra la rabia.

Es importante establecer una buena convivencia con tus caninos desde el hogar y educarlos desde tempranas edades, cuando se encuentran alrededor de otras personas, niños u otras mascotas.

No olvidés estar siempre alerta, aprender a conocer más a tu mascota e identificar sus emociones y gustos. Además, mantener a tu cachorro saludable, con sus vacunas al día, asegurándote que esté protegido contra la rabia y otras enfermedades infecciosas.

Un dueño responsable prevé que su perro se encuentre en óptimas condiciones y garantiza con ello su seguridad y la de las personas y animales que se encuentran a su alrededor.

Dejános en los comentarios qué otros mitos ciertos o falsos conocés sobre las mordeduras de los perros.

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